10 de abril de 2011

Cartas El Mercurio, Sábado 09 de Abril de 2011

Cartas
El Mercurio, Sábado 09 de Abril de 2011

Años de educación parvularia


Señor Director:

Dentro de los positivos resultados alcanzados en el Simce de lenguaje, los expertos han afirmado como factores de incidencia la implementación de la subvención escolar preferencial (SEP), el aumento de la escolaridad de los padres y sus altas expectativas, la jornada escolar completa y, por cierto, las buenas prácticas docentes. Sin embargo, existen otros factores acumulativos, en los cuales sería muy valioso conocer su comportamiento, entre ellos los años de asistencia regular a programas de educación parvularia.

En Chile se ha llevado a cabo un conjunto de medidas para potenciar este nivel educativo; el trabajo realizado no sólo apunta a ampliar la cobertura, también avanza hacia el mejoramiento de la calidad educativa.

La importancia del trabajo pedagógico en los primeros años de vida con su reconocido sello didáctico, como así lo han demostrado múltiples investigaciones, está impactando positivamente en el desarrollo de nuestros niños y su peso específico como predictor de mayor igualdad de oportunidades debiera ser dimensionado. Es fundamental que en las evaluaciones educativas se indague con mayor profundidad en este tipo de factores como son los años de educación parvularia y los programas a los que tuvieron acceso. Una mirada sistémica enriquece y otorga mayor efectividad al diseño de políticas que buscan disminuir las inequidades.

María Isabel Díaz
Educadora de párvulos, doctora en educación. Académica de la UDP y la UAHC.

EL MENSAJE CURRICULAR Y DIDÁCTICO DE LA JORNADA DIARIA


La literatura en esta materia reconoce que la organización y estructuración del tiempo, aparece como un factor clave en la calidad de los procesos educativos que es necesario explicitar y comunicar a la comunidad educativa. La decisión respecto a cada uno de los momentos que se desarrollaran durante la jornada diaria, revelan un mensaje curricular y didáctico que es necesario analizar a la luz de los desafíos educativos propuestos por el establecimiento.

En la Educación Parvularia todos los tiempos son educativos, por la etapa de desarrollo y aprendizaje en que encuentran los párvulos. En efecto, los niños y niñas pueden aprenden en las distintas oportunidades que vivencia durante el día, en la medida que estas logren cumplir ciertas condiciones para que efectivamente se promuevan aprendizajes de calidad.

¿Qué se debe considerar para estructurar una Jornada diaria?

a} concretar la definición de las intencionalidades educativas propias de cada curso o grupo para el semestre o el año, lo que implica contar con un completo diagnóstico de los aprendizaje de los niños y niñas (niveles en que se encuentran, fortalezas, intereses y por cierto sus necesidades).

b} resguardar el cumplimiento de algunos criterios específicos que se emplean para estructurar y organizar las jornadas en la educación parvularia, como:

Marcar una frecuencia regular de algunos períodos: en esta etapa, la presencia de una cierta regularidad de las acciones educativas aparece como un factor orientador altamente significativo para los niños y niñas.

Tener presente la suficiente flexibilidad para modificar o reemplazar los períodos: la proyección de los períodos establecidos debe considerar los diversos hechos o situaciones imprevistas que se puedan presentar durante la jornada.

Renovar las propuestas de Jornadas Diarias durante el año: la propuesta de la organización del tiempo en las Jornadas diarias requiere una permanente evaluación, particularmente respecto a la consistencia y coherencia con las metas de aprendizaje. Aun que no existe una frecuencia determinada para la renovación, es recomendable experimentar al menos dos cambios durante un semestre, los que deben ser anunciados y socializados.

Equilibrar los pesos de los distintos tipos de períodos: un buen trabajo pedagógico exige tener presente un adecuado equilibrio de las distintas alternativas en que se pueden desarrollar las experiencias. Estas condiciones se pueden examinar con mayor detención, mediante un simple ejercicio de contraste, como se presenta a continuación:

Espacio educativo: las actividades se llevan a cabo dentro o fuera del aula.

Grados de protagonismo de los actores durante el inicio: las actividades son propuestas y dirigidas por la educadora o se inician y desarrollan por iniciativa de los propios niños y niñas.

Tipos de agrupamiento: las actividades se realizan en forma colectiva, grupal, por duplas o individual

Grado de actividad física: las actividades son intensas, moderadas o con escaso gasto energético.

Duración: las actividades son extensas y tienen continuidad en otras sesiones o son precisas, breves y concretadas en el tiempo asignado.

Intencionalidad pedagógica: las actividades se inclinan hacia ciertos énfasis de aprendizajes, por ejemplo: los lenguajes artísticos, la cuantificación, la iniciación a la escritura, la motricidad, otros

A modo de resumen queremos a través de estas consideraciones invitarlas a analizar las propuestas de las jornadas diarias de trabajo que están desarrollando en los distintos ciclos de aprendizaje. No debemos olvidar que las posibilidades de renovar, enriquecer y crear otras alternativas de períodos, están siempre abiertas y son parte del sello que imprime el nivel de educación parvularia en el sistema educativo.

María Isabel Díaz

Educadora de Párvulos / Magíster en Educación

Doctora en Educación

LA INTENCIONALIDAD EDUCATIVA DE LAS ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS


La educación parvularia chilena, en la última década ha experimentado interesantes despliegues didácticos que requieren ser sistematizados y difundidos. En efecto, los evidentes desafíos de las Bases Curriculares Educación Parvularia ha tenido como consecuencia el desencadenamiento de un conjunto de iniciativas para su implementación, muchas de las cuales se inspiran en las modalidades curriculares tradicionalmente conocidas (integral, montessoriano, personalizado) como así también en propuestas didácticas que desarrollan otros niveles y disciplinas educativas, provocando un llamativo entramado de estrategias metodológicas.

La aplicación de determinados procedimientos didácticos bajo esquemas únicos y estables que caracterizaban a reconocidos métodos de enseñanza-aprendizaje, se ha ido relativizando hacia propuestas más flexibles y susceptibles de contextualizar, para responder a los acelerados procesos de cambios que están teniendo las distintas realidades educativas. Desde esta mirada, se va asentando con más fuerza el calificativo de estrategias didácticas o metodológicas.

Actualmente, las educadoras de párvulos están desarrollado una multiplicidad de estrategias didácticas, las que ciertamente contribuirán a un enriquecimiento teórico más sólido y por sobretodo auténtico de la Educación Parvularia. Sin embargo, para alcanzar este propósito, se debe tener presente que el conocimiento didáctico se construye en un dialogo permanente entre la práctica y la teoría, por lo que requiere generar procesos permanentes de registro y sistematización. La práctica debe aportar a la teoría y la posterior elaboración teórica debería guiar hacia la consecución de una mejor práctica pedagógica, de esta forma es posible provocar un efectivo retorno de las lecciones que nos estaría reportando la creación de estrategias metodológicas.

En otras palabras, las estrategias metodológicas o didácticas adquieren sentido y significado cuando se han desarrollado procesos de reflexión acerca de sus intencionalidades educativas.

Las exposiciones o presentaciones de temas.

Una estrategia ampliamente difundida e incorporada en los últimos años, por ejemplo, han sido las exposiciones o presentaciones que realizan los niños o niñas sobre ciertos temas de su interés. Los beneficios que reporta son muy claros y precisos en cuanto a los propósitos educativos que se buscan alcanzar con este recurso: enriquecer la comunicación oral y otorgar oportunidades para dar a conocer lo que saben en distintas áreas de conocimiento.

No obstante para un efectivo logro, es necesario cautelar ciertas condiciones didácticas claves que surgen de los principios pedagógicos y de las experiencias derivadas de su aplicación, dentro de las cuales podemos destacar que: los temas sean elegidos por ellos y en ningún caso impuestos por el adulto, las orientaciones para ordenar la presentación deben ser muy sencillas y que los momentos de la exposición se desarrollen en contextos auténticos.

Como es posible apreciar, las estrategias didácticas juegan un rol clave en los procesos educativos, su adecuada difusión, sistematización y aplicación dependerá del tipo de interpretación que se realice en torno a ellas, es decir, debemos evitar interpretaciones rígidas o estructuras de carácter normativo, que no consideren la diversidad y complejidad de los contexto educativos.

María Isabel Díaz

Educadora de Párvulos / Magíster en Educación

Doctora en Educación/ Académica

MAPAS DE PROGRESO DEL APRENDIZAJE PARA EL NIVEL DE EDUCACIÓN PARVULARIA: NUEVA HERRAMIENTA PARA APOYAR EL TRABAJO PEDAGÓGICO.


El mejoramiento de la calidad educativa se ha instalado como una prioridad fundamental en el nivel de educación parvularia. En este contexto, el Ministerio de Educación en Chile, a través de la Unidad de Currículo y Evaluación se encuentra elaborando una valiosa herramienta para apoyar el proceso evaluativo que llevan a cabo las educadoras de párvulos en los distintos ciclos educativos, denominado Mapas de Progreso del Aprendizaje.
La evaluación es un tema que ciertamente genera una especial inquietud en las educadoras, porque se concibe como un paso vital e imprescindible para al trabajo pedagógico, pero a la vez se percibe, como una labor compleja que requiere además de tiempos adicionales, referentes bibliográficos actualizados y por otra parte, espacios de intercambio, profundización y análisis que permitan la necesaria retroalimentación para su óptima consolidación. Se declara entonces, una abierta tensión entre la necesidad de contar con la información que entrega la evaluación con la posibilidad concreta de lograr materializarla.
La literatura especializada en este ámbito, destaca que para alcanzar una pedagogía más efectiva y pertinente es necesario nutrirse de la información que se tenga sobre la progresión de los aprendizajes. Estos nuevos supuestos, que se sustentan de los aportes de las ciencias cognitivas posesionan cada vez más a la evaluación como una pieza clave para el desarrollo de buenas prácticas pedagógicas: mientras más relevante sea lo que observamos y más evidencias se reúnan de las manifestaciones de los aprendizajes, mejores serán nuestros juicios evaluativos.
En efecto, a partir de la descripción progresiva de los logros de aprendizajes para determinados tramos de edad, las educadoras tendrán la posibilidad de visibilizar con mayor claridad qué es lo que se espera que hagan los niños y niñas, y también desde dónde están viniendo y hacia dónde van, favoreciendo en este sentido un trabajo pedagógico más sólido y riguroso.
Los Mapas de Progreso del Aprendizaje se constituyen como una herramienta práctica al servicio de la enseñanza, son un apoyo concreto a la compleja tarea que implica la evaluación. Se construyen en torno a cada uno de los fundamentos, principios, orientaciones y objetivos que se plantean en las Bases Curriculares. Es decir, proporcionan orientaciones sobre qué es relevante e imprescindible que los niños y niñas aprendan y en consecuencia dan pistas sobre qué observar. En definitiva, ofrecen unos criterios preestablecidos y compartidos para observar el aprendizaje y por ende realizar evaluaciones más efectivas y fundamentadas.
Esta nueva herramienta debe ser considerada como un marco de referencia que es necesario leer a la luz de los propios contextos educativos y no como una letra acuñada en piedra, que pudiera limitar o poner techo a los aprendizajes y a las oportunidades educativas. En otras palabras, a partir de estos criterios nacionalmente compartidos las educadoras en base a su propio conocimiento pedagógico y didáctico, podrán nutrir y completar esta información inicial, sin embargo, para ello, es fundamental la reflexión en equipo de la práctica pedagógica, de manera de favorecer la creación de estrategias articuladas y pertinentes.
Los Mapas de Progreso del Aprendizaje, se irán dando a conocer gradualmente a la comunidad, los cinco primeros, junto con la estructura y los propósitos los podrán encontrar en www.curriculum-mineduc.cl.
María Isabel Díaz

Educadora de Párvulos / Magíster en Educación


Doctora en Educación/ Académica

DESAFIOS DIDACTICOS AL COMENZAR EL AÑO DE TRABAJO EDUCATIVO



Al iniciar el año de trabajo educativo, queremos dar a conocer, con especial satisfacción, esta nueva sección que abordará diversos aspectos del ámbito pedagógico y didáctico en la educación parvularia. Desde una mirada proyectiva, renovadora y también cuestionadora, expondremos temas de interés e iniciativas a nivel nacional, que forman parte de los desafíos que tiene actualmente la educación en los primeros años.

En este contexto, les iremos comentando las nuevas propuestas que se pondrán en marcha, como son los dos nuevos instrumentos curriculares que se están diseñando en la Unidad de Currículo del Ministerio de Educación para apoyar la implementación de las Bases Curriculares; las innovaciones en materia de lenguajes artísticos; los cambios que se buscan promover en la evaluación y la planificación; los esfuerzos por materializar la articulación curricular con el nivel de educación básica; los riesgos que se derivan de la lectura y escritura obligatoria en el kinder; las claves para desarrollar una didáctica integral y otra gran cantidad de temas que ciertamente provocarán la atención e interés.

Estamos comenzando el año y el ingreso a las aulas, después de un largo período de vacaciones, provoca una particular ansiedad en los niños y también en las familias. Muchos de ellos llegaran por primera vez al centro educativo, otros reingresaran y transitaran a un nuevo grupo o curso, lo que exige por consiguiente, una especial preparación, para generar un clima pedagógico grato y afectivo.

La organización de la ambientación física de la sala, la planificación de experiencias que permitan el bienestar, la confianza, la expresión de sus emociones; la selección de materiales atractivos; la definición de períodos que favorezcan distintas posibilidades de intercambio; son todas ellas, en definitiva, estrategias claves que forman parte de la planificación y que son necesarias de explicitar con todos los participantes.

Algunas positivas experiencias, recopiladas de las propias prácticas pedagógicas, permiten derivar las siguientes recomendaciones para la etapa de inicio:

Recepción individualizada: saludar a cada niño y niña por su nombre, hacer referencia al adulto que le acompaña, comentar sus objetos personales o cambios de presentación; recordar o sugerirle que actividad desarrollar, facilitar que traigan sus juguetes.

Recordatorio de los períodos: comentar todos los días, los diferentes momentos que comprende la jornada; recordar el lugar donde se ubica el baño, los casilleros personales, los materiales, y el nombre de los adultos de la sala.

Comunicación con la familia: informar las actividades que están realizando, lo que se espera lograr durante esta etapa de inicio y hacerlos partícipes de las producciones.

Ambientación de la sala: organizar el espacio con diferentes recursos didácticos al alcance de los niños y disponer de un lugar personal para cada uno.

Las primeras semanas son consideradas como fundamentales, se reconoce en términos pedagógicos, como un período de adaptación, en que los niños y las familias se integraran a un nuevo contexto de socialización, por tanto es necesario que se interioricen a cabalidad de la propuesta educativa, para colaborar, aportar y participar en forma activa, logrando así la confianza y el entusiasmo por aprender juntos.



María Isabel Díaz
Educadora de Párvulos / Magíster en Educación
Doctora en Educación/ Académica